Alameda Apodaca. Cádiz

De la mano de la mar océana, bajo las sombras de verdes palacios venidos del otro lado del mundo. Peladero de pavas dice el pópulo por aquello de lugar donde iniciarse al amor a edad temprana. Juvenil deseo de descubrir donde escribir pasiones en nuestra piel. Risas nerviosas, breves suspiros y un calor que sube de las rodillas hasta las sienes. Digo juvenil y debería decir que no tiene edad el amar, el desear para uno y para el otro, que en eso se basa este juego, no es sólo ofrecerte mis manos para descubrirte el placer encerrado desde niña en tu sujetador, te las ofrezco también para llevarte mañana volando al futuro. Dame las tuyas y vayamos los dos juntos .Es tan fácil hacer feliz a esos ojos que me tienen preso, es tan dulce besarlos con mi mirada. Es tan fácil hacerte feliz por muchos años que basta con no olvidar porqué te dije el primer te amo, aquel primer te quiero. No lo dije para mi, que ya me lo sabia de memoria de ensayarlo cíen tardes, era un juramento, un trato, el que nos cuidáramos tanto como para no olvidar jamás esta tarde paseando por Cádiz tu y yo felices de la mano.