Ir por la vida.

Ser uno mismo es una aspiración general que se ha puesto de moda.  Ese uno mismo puede ser traducido por ser un tío raro, un insoportable o al contrario alguien entrañable. El uno mismo no es mas que un conjunto de virtudes y defectos expresados sin cortapisas a los demás. Ya quisiéramos todos que ese uno mismo coincidiera con Brad Pitt o Scarlet Johanson, pero no, somos Ramón o Mari Carmen, por lo cual la cosa se va poniendo difícil.Lo de ser uno mismo va por otro lado, es el no tener que convertirte en otra persona para ser aceptado, para que te quieran, para que sean amistosos, para que te echen cuenta o para que hagan el amor contigo. A lo mejor para todo eso debes ponerte pantalones piratas a cuadros y camisetas sin mangas, dejar de hablar como hablas o ya que hablamos, llevarte cinco horas tras una barra con el monotema del fútbol y tu estas desde la tercera cerveza con unas ganas horribles de irte a tu casa.
Lo tienes difícil entonces y puedes ir haciéndote a la idea que no harán el amor contigo a no ser, que pases por el aro del pantalón pirata, de las tropecientas cervezas o de saberte la vida y milagros de tal o cual jugador.
Nadie debería ser obligado a parecer de otra forma para ser aceptado, ni por sus ideas, ni forma de vestir, ni por causa alguna. Ahora bien nadie puede obligar a lo contrario, todos podemos caer bien y caer mal, ese es el riesgo de actuar con libertad, es cuestión de tomar nota de la calidad y cantidad de personas que te siguen.
Ir por la vida de forma natural sin tener que interpretar a otro ni recortar lo que eres, es lo que aspiramos, pero si además eres feliz y haces feliz a las personas que te rodean es cuando has alcanzado lo de ser tu mismo.